Desde el año pasado me vine preparando junto a mis compañeros de grado sobre la importancia de la Eucaristía. Fue muy importante hacer una buena confesión, tratar de cumplir los Mandamientos, escuchar la misa cada domingo y conversar con mis padres sobre las homilías, ya que así pude profundizar más los temas que veía en mis charlas de catequesis.
El día de mi Primera Comunión me sentí muy feliz porque esperé ese día con mucha emoción. Sentí una alegría incomparable, acompañada de una profunda paz en mi corazón.
A los que están por recibir este Sacramento, les aconsejo estar muy atentos a las enseñanzas de Miss Eliza y los catequistas, y, que no se pongan nerviosos el día de su Primera Comunión porque Dios va a estar con ellos. Les recomiendo hacer una lista de sus faltas para el día de la confesión, así como no no sentir vergüenza de contarle al sacerdote todo lo que escribieron porque él en ese momento está representando a Dios y perdonará cada falta cometida.
Joaquín Ley, 4to Grado