El impacto de aprender un nuevo idioma

El impacto de aprender un nuevo idioma

Sabemos hoy en día que tenemos la posibilidad de aprender un idioma durante cualquier etapa de nuestra vida. Sin embargo, la niñez y la adolescencia son etapas privilegiadas para poder realizarlo, ya que nuestro cerebro presenta mayor plasticidad, facilitando una mejor recepción e interiorización de un idioma.

Cuando llega el momento de matricular a nuestros hijos en un colegio, comenzamos a buscar diferentes opciones y servicios, y vemos importante o casi obligatorio, que enseñen un segundo idioma pues creemos que este traerá muchos beneficios a futuro. Ciertamente es así.

La evidencia muestra que aprender un nuevo idioma mejora nuestras habilidades cognitivas. Por ejemplo: la memoria para aprender nuevas palabras y comprender reglas gramaticales, la atención para escuchar los audios en inglés e identificar ciertas frases o ideas principales y la resolución de problemas para poder responder a preguntas en otro idioma.

Al aprender una nueva lengua estimulamos constantemente nuestro cerebro y así prevemos posibles y futuras enfermedades cognitivas. Del mismo modo, ayudamos al desarrollo de habilidades creativas. Esto se puede dar gracias al modo en que se procesa la información al momento de aprender un idioma: cambiar de una lengua a otra continuamente, traducir y adaptarse a la nueva lengua.   

Por otro lado, una persona que aprende un nuevo idioma desarrolla la flexibilidad y apertura, no solo a la nueva lengua sino a las distintas culturas con las que se relacionará gracias al uso del idioma. Esto les permitirá adaptarse a otras diversas situaciones. Por ejemplo, en el santa margarita los alumnos tienen la posibilidad de interactuar, a través de los viajes de estudio o intercambio, con otros alumnos de distintas partes del mundo. También, participan en narración de cuentos en inglés con narradores provenientes de distintos países y continentes.

En nuestro colegio, el inglés cobra gran importancia y buscamos que nuestros alumnos salgan con una competencia alta de manejo de este idioma. Es por esa razón que, además de practicar la segunda lengua en el colegio, es importante promover otros espacios fuera de él para practicarlo. Por ejemplo, leer libros en casa, cantar en inglés, ver programas de televisión o películas con audio y subtítulos en el idioma, tener conversaciones practicando la segunda lengua, y si se da la posibilidad, viajar a otro país donde se hable el idioma.

En definitiva, cada vez que animamos a nuestros hijos a aprender un nuevo idioma, debemos recordar que no solo les brindará beneficios para su educación y futura vida profesional, sino que también tendrá un impacto positivo en el desarrollo de sus habilidades cognitivas, su capacidad de aprendizaje y adaptación, y en el desarrollo de habilidades sociales.

Miss Stephanie Collins
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