Pensar en mi paso por el Colegio Santa Margarita es rememorar 12 importantes años de mi vida y, principalmente, recordar con cariño a grandes profesores y amigos, quienes me enseñaron que ser un buen alumno implica no solamente destacar en el ámbito académico, sino aprender a ser una buena persona.  

Las enseñanzas que recogí como alumno influyeron fundamentalmente tanto para terminar con éxito la carrera de Derecho, como para ejercer mi profesión.

Por eso, al pensar en el tipo de educación que mi esposa y yo queríamos para nuestro hijo, la alternativa del Colegio Santa Margarita surgió de manera natural: una educación que busca que cada uno de sus alumnos logre convertirse en la mejor versión de ellos mismos y que sientan su lema como una máxima de vida.

Quiero felicitar al Colegio Santa Margarita por su 70 aniversario y hacer extensiva la felicitación a todos aquellos que aportan su esfuerzo y dedicación para lograr una institución educativa de reconocido prestigio a nivel nacional e internacional. 

Álvaro Ayllón
Prom. XXXVIII – 1996