Formar parte de nuestro colegio, por muchos años como profesor y padre de familia, le brinda al prof. Jaime Calderón una visión muy importante de lo que representa la labor docente y lo que simboliza ser parte de esta gran familia Santa Margarita. Con motivo de nuestro 70 aniversario, conversamos con él sobre su vocación y cómo recibe este significativo aniversario para nuestra institución educativa.

¿Cuántos años lleva enseñando en Santa Margarita y cómo fue su llegada?

Llevo veintiocho años laborando en el colegio de forma ininterrumpida. Llegué al colegio después de una llamada del Sr. Cámere para sostener una entrevista personal con él, en los inicios del año 1993. Luego de la entrevista, me dijeron que me llamarían por cualquier motivo y así fue como asistí al primer curso de capacitación para docentes.

¿Cómo fue que descubrió su vocación docente? ¿Cuán importante es tener experiencia en el servicio educativo?

Descubrí mi vocación docente atendiendo a la necesidad de la formación humana de la niñez y la juventud en momentos de crisis en la familia y en la sociedad. Siempre admiré la carrera docente y a mis maestros por su ejemplaridad y sabiduría. Eso me llama enormemente la atención, para llegar a ser como ellos y superarme a mí mismo.

En la docencia es muy importante tener experiencia para lograr ser asertivos y ganarnos la confianza de cada uno de los alumnos. Además, el docente maduro demuestra ecuanimidad y equilibrio, porque ha sabido desarrollar tres virtudes básicas en su persona: paciencia, justicia y prudencia.   

¿Qué es lo más importante que ha aprendido estos años como parte de la familia Santa Margarita?

Lo que más he aprendido durante estos años de docente es a comunicarme de manera efectiva tanto con mis colegas, como con los alumnos y padres de familia; desde la comunicación oral hasta la comunicación gestual, pasando por la comunicación intergeneracional entre docentes y alumnos. Como persona, he aprendido a cultivarme en el ejercicio de las virtudes como la laboriosidad, responsabilidad y orden en mi trabajo y en mi vida personal. Como padre de familia, he aprendido a ser referente y a “saber estar” con mi esposa e hijas acompañándolas y guiándolas en el camino de su crecimiento como personas y para la integración familiar. Por otro lado, ha sido muy grato conocer y alternar con otras familias con quienes se ha compartido paseos, viajes, revistas familiares y otras experiencias enriquecedoras. En estos espacios se han forjado amistades entrañables y recuerdos inolvidables que perduran hasta la actualidad. Es más, la práctica del deporte nos permitió unirnos como padres de familia y tratarnos más en un ámbito informal y casual, pero no por ello menos significativo en cuanto a la interacción y compenetración en torno a unos ideales comunes dentro del marco de las relaciones familia-colegio.

¿Cómo recibe este 70 aniversario del Colegio Santa Margarita?

Recibo este 70 aniversario del Colegio Santa Margarita con mucha alegría porque no solo me identifico con la visión y misión de esta institución, sino también me siento partícipe de los cambios que se han operado y se siguen dando con miras a lograr una institución educativa centrada en la persona que, además, aspira a la formación integral del individuo en sociedad preparando líderes para el futuro.

En las tres últimas décadas, soy testigo de los cambios y mejoras que se han venido dando en el colegio, no solo por el hecho de “reinvertarse” o “remozarse” por dentro, sino también por el esfuerzo desplegado para repotenciar su imagen institucional en consonancia con su ideario implícito en su propuesta educativa.

¿Qué le diría a la comunidad educativa del colegio en este aniversario?

Le diría que renueve su compromiso con una educación de calidad y dirigida a sacar lo mejor de nuestros niños y jóvenes, formando su criterio y aspirando a una educación en libertad para cada uno de ellos y sus respectivas familias. 

Por otro lado, también le diría que siga apostando por sacarle provecho a los medios que nos provee el colegio en cuanto a sus programas innovadores y marcas registradas, puesto que constituyen un complemento perfecto para el logro de una formación integral o una educación centrada en la persona dirigida a alumnos, docentes y padres de familia. Así, por ejemplo, la capacitación y formación docente, la participación de los alumnos en los programas de liderazgo de Prosa, las charlas de formación espiritual, las entrevistas con los padres y los encuentros “Entre padres” son solamente algunas de las actividades o proyectos que contribuyen a la innovación en la continuidad hacia la excelencia educativa.   

En el futuro próximo, es importante transmitir a las nuevas generaciones este legado cultural o bagaje pedagógico para preservarlo y acrecentarlo, en medida de lo posible, con nuevos aportes y proyectos que apunten a recrear la labor docente en aras de atender a las demandas de la sociedad del siglo XXI. 

Prof. Jaime Calderón
Doctorando en Humanidades con mención en Cultura de la Universidad de Piura