Santa Margarita y el águila real: Una renovación permanente desde la fidelidad a su misión esencial

Santa Margarita y el águila real: Una renovación permanente desde la fidelidad a su misión esencial

Cuando se acerca el tiempo en que uno va a cumplir un año más, y ya alcanzada cierta edad, se suele hacer un alto para pensar en todo lo que hemos vivido, en los caminos por los que hemos pasado y en las experiencias que hemos atesorado. Volver la mirada nos ayuda a valorar retrospectivamente la historia compartida, a agradecer por el presente alcanzado y a seguir caminando hacia el futuro con el ánimo renovado por los recuerdos. Lo dicho anteriormente puede aplicarse también a un grupo de personas unidas por ideales comunes y, con mayor razón, a una institución educativa.

Este año el Colegio Santa Margarita cumple siete décadas de vida institucional y, además de celebrar con emoción nuestro aniversario, todos los que formamos parte de esta gran familia educativa creemos que podemos también volver la mirada, valorar lo vivido y renovar nuestro compromiso de cara a la formación de las futuras generaciones.

Desde su fundación, la misión del Colegio Santa Margarita ha sido que los alumnos se formen para cumplir su propósito en el mundo, de modo que cada uno de ellos pueda alcanzar la mejor versión de sí mismo. La filosofía expresada en nuestra misión compagina el liderazgo con la vocación de servicio, la excelencia personal con el trabajo colaborativo, la innovación continua con el desarrollo sostenible, y la riqueza interior personal con un ambiente familiar rico en valores mediante la estrecha relación familia-colegio.

Cumplir con una misión tan elevada ha significado un continuo desafío, ha implicado adaptarse a los tiempos cambiantes, pero sin renunciar a los fundamentos esenciales. Asimismo, ha exigido un discernimiento constante para mantener el centro: la persona. ¿Cómo se ha conseguido que, a pesar del paso del tiempo, la misión central permanezca íntegra? Intentando responder a esta pregunta, me ha venido a la mente un símbolo poderoso: el águila real.

Se dice que el águila real es el ave que, dentro de su especie, posee mayor longevidad. Su figura es tan vigorosa que ha sido utilizada desde la Edad Antigua para simbolizar algunos valores, tales como la fuerza, la justicia y el coraje. Las legiones romanas, por ejemplo, llevaban la representación de un águila en sus estandartes; para los griegos el águila evocaba la figura de Zeus, y algunos de los más grandes imperios medievales y modernos la llevaban impresa en sus escudos. Incluso en el ámbito cristiano, el águila ha sido utilizada como un símbolo: representa a San Juan Evangelista, por tener una visión profunda de la realidad.

No obstante, a pesar de su vigor, se dice que cuando el águila real llega a los 70 años, se ve ante una encrucijada: a esta edad sus uñas y pico están desgastados y su capacidad para cazar sus presas se ve seriamente debilitada. Si desea sobrevivir, la única manera que tiene el águila real para recuperar el vigor de sus miembros es enfrentar un doloroso proceso de renovación. ¿En qué consiste? Debe refugiarse en lo alto de una montaña y lograr que su pico y uñas se desprendan para esperar con paciencia a que le vuelvan a crecer miembros nuevos y rejuvenecidos. Si sale victoriosa de este duro proceso, se dice que el águila real podrá disponer de algunas décadas de vida, que serán sus años más gloriosos.

Santa Margarita cumple 70 años y, como el águila real, se siente rejuvenecida en cada uno de sus alumnos. El colegio innova, crece, evoluciona y acompaña la realidad cambiante de la sociedad, pero sin perder su esencia: sigue volando alto para ver con profundidad la realidad y manteniendo a la persona como centro de su misión. Estamos muy felices y agradecidos porque Santa Margarita cumple su LXX aniversario manteniendo en alto los valores sembrados en los corazones de sus alumnos, desde la primera promoción.


Miss Gabi Piccone
Subdirectora de Primaria