EntreVista
P. Luis Gaspar
La atención espiritual, especialmente en estos momentos de dificultad social, se convierte en un apoyo muy importante para enfrentar la vida desde una perspectiva más positiva y esperanzadora. Así lo entiende nuestro colegio que, a través de la Capellanía y de su responsable, Padre Luis Gaspar, sigue brindando atención a las familias, esta vez de manera virtual.
– Padre Luis, ¿de qué manera los padres pueden fortalecer la vida espiritual de sus hijos en casa?
Tiene que existir deseo, decisión y disciplina de nuestra parte y, en este caso, muy especialmente de los padres. Decisión, porque no podemos estar en dos aguas, no podemos hoy estar jugando a ser cristianos y más tarde meternos en cuanta cosa turbia. Disciplina, porque es en el orden de Dios que podemos ser efectivos en lo que hacemos.
– Con los templos cerrados, ¿de qué manera se afecta la práctica de la fe?
Al respecto, el Papa Francisco advierte del peligro de una familiaridad sin Iglesia, sin sacramento: “Una familiaridad sin comunidad, sin Iglesia, sin los sacramentos, es peligrosa, puede tornarse una familiaridad gnóstica, separada del pueblo de Dios”.
– Estamos en el mes de Santa Rosa, ¿qué podría decirnos sobre su vida?
La humildad de Santa Rosa explica todo; aquella semilla de bondad de una criatura humilde ha dado unos frutos inmensos en todo el mundo. En todas las latitudes esa primera Santa de América es una luz que ilumina y que entusiasma porque se puso en manos de Dios y su fe la llevó a manifestar un amor al prójimo impresionante.
– ¿Qué debemos entender por buscar la santidad en la vida ordinaria?
Con su lenguaje habitual, claro y expresivo, dice el Papa: “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad ‘de la puerta de al lado’, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, ‘la clase media de la santidad’” (EG, 7).
– Sabemos que está atendiendo virtualmente a nuestra comunidad educativa a través de Zoom. ¿Cómo se le puede contactar?
Así es, esta es una nueva experiencia pastoral online; teníamos que ser creativos y reinventarnos. Mi horario de atención a través de Zoom son los martes de 8 p.m. a 10 p.m. y los viernes de 11 a.m. a 1 p.m. Para contactarme me pueden escribir al correo: capellan@santamargarita.edu.pe
– ¿Qué quisiera decirle a nuestra comunidad en este tiempo de pandemia?
Que vivimos un momento propicio para que la iglesia doméstica florezca. La Iglesia no es otra cosa que la ‘familia de Dios’” (CIC 1655). «El hogar cristiano es el lugar en que los hijos de Dios reciben el primer anuncio de la fe. Por eso, la casa familiar es llamada justamente ‘Iglesia doméstica’, comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y de caridad cristiana” (CIC 1666).